Tejiendo memorias vivas en Bogotá
“El derecho a la ciudad fue el derecho al agua que perdimos”
Dora Villalobos.
A veces parece que el gris ha consumido gran parte de lo que alguna vez fue una enorme laguna entre montañas, como si la antigua Bacatá hubiese quedado refundida entre edificios, escombros fábricas y autopistas. ¿Qué pasó con el agua, con los bosques, los árboles y las montañas? ¿Quiénes habitaban estas sabanas y a dónde fueron? ¿Realmente los ha consumido el asfalto? ¿Qué historias cuentan las memorias de los pueblos de antaño y de qué manera esas memorias contribuyen al proceso de educación ambiental que llevamos a cabo desde el Proyecto Tejedores de Vida?
Palpitando con esas preguntas, empezamos a caminar por Bogotá. Tres localidades fueron las escogidas: Suba, Kennedy y La Candelaria. Allí, junto a padres y madres de familia, docentes y líderes y lideresas, nos reunimos para darle lugar a dos Encuentros de Memoria Ambiental con las instituciones educativas que participan en el proyecto, que actualmente desarrollamos de la mano al Servicio Jesuita a Refugiados - Colombia y a Asociación de Colegios Jesuitas - ACODESI, con el apoyo de la Unión Europea en Colombia. En distintas ocasiones, nos reunimos con la I.E. Fe y Alegría José María Veláz, el Colegio Santa Luisa y el Colegio Mayor de San Bartolomé para reconstruir colectivamente la memoria ambiental de las localidades y tejer pensamientos en torno a los problemas socioambientales que hoy enfrentan en clave histórica, visibilizando los procesos comunitarios que están apostándole a la construcción de paz ambiental para tejer puentes entre estos y las instituciones educativas con las que trabajamos.